En el nombre del Padre,
y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
Amén.
V. Señor, abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
V. Oh Dios, ven en mi ayuda.
R. Oh Señor, apresúrate a socorrerme.
V. Gloria al Padre,
al Hijo y al Espíritu Santo,
R. Como era en el principio,
es ahora y será por los siglos de los siglos. Amén.
La década siguiente se recita tres veces,
una por cada miembro de la Trinidad.
Todos: ¡Santo Dios! ¡Santo Fuerte! Santo Inmortal,
ten piedad de nosotros.
V. Padre nuestro, que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día
y perdona nuestras ofensas
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
Y no nos dejes caer en la tentación,
mas líbranos del mal.
Amén.
La siguiente parte de la década se repite nueve veces.
V. ¡A Ti, oh Santísima Trinidad, sea la alabanza, el honor
y la acción de gracias, por los siglos de los siglos!
R. Santo, santo, santo Señor, Dios de los ejércitos.
El cielo y la tierra están llenos de tu gloria.
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo,
R. Como era en el principio, es ahora y será por los siglos de los siglos.
Amén.
Dios Padre ingénito,
Hijo unigénito,
y Espíritu Santo, el Consolador;
Trinidad santa e indivisa,
de todo corazón te reconocemos:
Gloria a Ti por siempre.
V. Bendigamos al Padre
y al Hijo con el Espíritu Santo.
R. Sea alabado y exaltado sobre todas las cosas por los siglos de los siglos.
Dios todopoderoso y eterno,
que nos has permitido a tus siervos,
en nuestra profesión de la verdadera fe,
reconocer la gloria de la Trinidad eterna,
y en el poder de esa majestad adorar la Unidad,
concédenos que por la firmeza en esta misma fe,
seamos siempre guardados de toda adversidad:
por Cristo nuestro Señor.
Amén.
¡Libéranos, sálvanos, vivificanos, oh Santísima Trinidad!
